Época: Primeras taifas
Inicio: Año 1031
Fin: Año 1086

Antecedente:
Al-Andalus en el siglo XI



Comentario

Durante este período subsiste un entramado de relaciones comerciales que no se ve afectado por la fragmentación y la inestabilidad del momento y que, siguiendo las pautas de la época califal, se centra en los núcleos urbanos, adquiriendo un auge significativo las actividades económicas propias de la vida urbana, como son la industria y el comercio.Por razones de diversa índole, el comercio va a tener un carácter eminentemente interno, basado en los productos agrícolas y los manufacturados, destinado a satisfacer el propio consumo. Este tráfico comercial utiliza las vías clásicas de comunicación y los ríos navegables, ocupándose la arriería de la totalidad de los transportes terrestres. Las transacciones, siempre según las pautas teóricas del derecho islámico, se realizan en las ciudades que cuentan con zocos o mercados especializados y con la presencia de un funcionario encargado expresamente de controlarlos, el muhtasib o sahib al-suq, almotacén o zabazoque.Existía, además, un importante comercio exterior que encontró salida para algunos productos naturales e industriales en el norte de África, Oriente y norte peninsular. El comercio derivado de la agricultura se proveía de los excedentes de aceite de oliva, algodón, lino y frutos secos. Sin embargo, el trigo, elemento básico para la alimentación, generalmente debía importarse, pues no se producía lo suficiente para autoabastecerse.La calidad de los productos industriales determinó una excelente demanda externa, sobre todo de productos suntuarios destinados a mercados de lujo. La producción intensiva de tejidos de alta calidad, que salía de talleres especiales, dar al-tiraz, empleaba a numerosos artesanos dedicados a labores de cardado, hilado y teñido. Eran muy apreciados los tejidos de brocados y sedas, como los famosos hulal mawsáyya, tejidos listados con motivos animales y vegetales que se fabricaban en Málaga. También se exportaban productos derivados de la industria lanera y del cuero, objetos de orfebrería y de vidrio, así como cerámica esmaltada y dorada.En las transacciones al por mayor solía intervenir un intermediario y se almacenaban en funduq o alhóndigas, que disponían, además, de zonas de hospedaje. En las ciudades importantes existía la alcaicería, mercado estatal de carácter público destinado especialmente a los productos de lujo.Otro tipo de comercio, de gran trascendencia, fue el de esclavos, pues por al-Andalus atravesaba la ruta que los traía desde Europa y el norte de la Península camino de otros ámbitos mediterráneos, y contaba con mercados especializados en cada ciudad.